La sudoración es un proceso natural y necesario para el organismo. Entre otras cosas es imprescindible para mantener nuestra temperatura corporal.
Es habitual que en determinadas situaciones como cuando hace calor, realizamos ejercicio físico, estamos nerviosos o ante situaciones de estrés sudemos más. Sin embargo, determinadas personas presentan una sudoración anormal y excesiva incluso en situaciones en las que no es usual sudar, como estando en reposo. Este exceso de sudoración se conoce como hiperhidrosis y puede suponer un problema para muchas personas, ya que resulta muy molesto e incómodo.
La hiperhidrosis puede condicionar la calidad de vida y las relaciones sociales y profesionales de las personas que la padecen. Tener la ropa empapada por el sudor o las manos húmedas puede resultar vergonzoso y puede convertir en un problema actos tan cotidianos como saludar dando la mano a otras personas.
¿Cuál es la causa de la hiperhidrosis?
La hiperhidrosis puede afectar a todo el organismo pero es más frecuente que se produzca en zonas localizadas como las palmas de las manos, axilas, cara y pies.
En el caso de la hiperhidrosis primaria, que es la más frecuente, no se conoce la causa médica en la mayoría de los casos. La denominada hiperhidrosis secundaria se produce con menor frecuencia y está asociada a determinadas enfermedades como ciertos tipos de cáncer, problemas cardíacos, enfermedades metabólicas, etc.
¿Tiene solución?
Afortunadamente sí. Existen distintos tratamientos para la hiperhidrosis que pueden aplicarse dependiendo de la gravedad de los síntomas. En los casos más leves se pueden utilizar antitranspirantes locales para inhibir la sudoración como las sales de aluminio.
Los tratamientos con toxina botulínica (Botox) resultan muy eficaces para controlar la hiperhidrosis. Mediante la infiltración de toxina botulínica en las zonas afectadas como las palmas de las manos y axilas se consigue frenar el exceso de sudoración. Aunque es un tratamiento temporal se puede repetir el procedimiento periódicamente y ofrece muy buenos resultados en el control del exceso de sudoración.
También existen distintos tratamientos farmacológicos e incluso un procedimiento quirúrgico que se denomina simpactectomía transtorácica.
El exceso de sudoración o hiperhidrosis puede condicionar la calidad de vida, las relaciones sociales y profesionales de las personas que la padecen. En la actualidad este problema puede solucionarse con un tratamiento personalizado dependiendo de cada caso y de la gravedad del problema. Ponerle solución a la hiperhidrosis en muchos casos supone un gran cambio en la calidad de vida de las personas que la padecen.